El solsticio de verano en el hemisferio norte ocurre entre el 20 y el 22 de junio, y no solo es el día más largo del año, sino que también marca la llegada del verano. El solsticio ocurre cuando la Tierra llega al punto donde el Polo Norte se encuentra en su máxima inclinación en relación al sol, por lo que tenemos más horas de luz durante el Solsticio de Verano.

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Significado de Solsticio
La palabra solsticio proviene del latín «solstitium» que se traduce como detenerse el sol. Esto se debe a que durante el solsticio de junio parece que el sol ha dejado de moverse en el cielo y ha invertido su trayectoria debido a que durante este día el sol no sale por el este como de costumbre. Más bien, debido a que está en su punto más al norte en el cielo, sale al norte del este y se pone al norte del oeste. Esto significa que el sol está en el cielo durante más tiempo, lo que hace que el solsticio de verano sea el día más largo del año.
Desde el día siguiente al solsticio, el sol parece volver a su curso habitual. Esto sucede porque, como sabemos, no es el sol el que gira alrededor de la tierra sino todo lo contrario. Durante el solsticio, la inclinación del Polo Norte de la Tierra hacia el sol es lo que provoca este aparente cambio en la posición del sol en el cielo.
Cómo celebrar el Solsticio de Verano
Para muchas personas, el Solsticio significa nuevos comienzos y cambios. A lo largo de los siglos, este día se ha celebrado con festivales, rituales y celebraciones de verano.
En la antigüedad, el solsticio de junio se marcaba en los calendarios como el día de inicio de las siembras y cosechas, de ahí su conexión con la fertilidad y los nuevos comienzos. Prueba de este sistema de organización del calendario es el monumento de Stonehenge en Inglaterra. Se cree que el círculo de piedras de Stonehenge se construyó como una forma de determinar en qué día cae el solsticio de verano. Hasta el día de hoy, miles de personas acuden en masa a Stonehenge cada año para observar el solsticio de verano y realizar algunos antiguos rituales paganos de celebración.

Durante siglos, el solsticio de verano se ha asociado con la feminidad y la fertilidad, y las culturas antiguas lo celebraban con fiestas y hogueras. Con la expansión del cristianismo, estas conmemoraciones se incorporaron a la religión.
Hoy, en América del Norte, los grupos neopaganos y de la Nueva Era celebran el solsticio de junio organizando eventos como festivales de música y arte que se enfocan en esos antiguos rituales de honrar la Tierra y el Sol.